Los señores del humo


Claudio Cerdán
Fotografía: Yolanda Jorge Martín

Los señores del humo: II Premio Negra y Mortal

Subiendo la cuesta que conduce al castillo de Calafell se encuentra la Biblioteca Ventura Gassol, donde se celebró el II Premio Negra y Mortal. Este año la novela negra ganadora se titula Los señores del humo, y pertenece al murciano Claudio Cerdán.

El escritor desarrolla una trama ficticia que tiene lugar durante el frustrado proyecto de Eurovegas, y se sirve de tres personajes principales: un detective sin licencia, un mercenario que fue enviado a la guerra de Afganistán y un proxeneta mexicano que tuvo que huir de los narcos. Personajes grises, antagónicos en su origen, avanzan sin rumbo aparente hasta que sus caminos se unen. Entretanto, los señores de los casinos planifican su golpe mediante sobornos varios.

El autor inicia la historia en un descampado de Alcorcón, el municipio de Madrid donde se va a proceder a la expropiación si es necesario, en beneficio de todos. A Harrelson Levy, el dinosaurio de las tragaperras, se le engancha el bastón en el suelo. En las tierras de un anciano que lanza piedras al magnate aparece un cráneo, pero al igual que todo, nada tiene importancia si el dinero no cabe en la ecuación.

El cráneo parece ser el detonante que impulsa y mueve a Faura, el expolicía que ejerce de investigador privado para pagar los gastos de hospitalización de su mujer. Faura es en mi opinión, el único protagonista de esta historia, si bien es el personaje que sufre un verdadero arco de transformación. El escritor nos muestra a un hombre destrozado por el paso de los años, cuyo objetivo externo es averiguar la procedencia del cráneo y la identidad de un posible asesino en serie. Lo que quiere de verdad lo iremos descubriendo conforme avance el relato. Faura es padre y abuelo, un investigador de la vieja escuela, y se arrastra por las cloacas como lo hacía Germán Areta. Porque a pesar de haber leído por la red mil paralelismos, a mí Faura me recuerda al detective interpretado por Landa. Pero dejémonos de referencias, ya que lo que hace Cerdán es único y las etiquetas solo sirven para orientarse.

El autor añade personajes que aunque sean secundarios no por ello son menos interesantes. Aldo, el mexicano que anda por Madrid sobreviviendo de proxeneta, no puede superar el día si no se autocastiga, y CJ, el antiguo mercenario que ahora trabaja para Levy, supera los días traumatizado por lo que le sucedió en la guerra.

La trama, aun siendo compleja, avanza muy rápido gracias al estilo ágil y ameno de la narración. Las perspectivas se alternan a lo largo de la historia y los personajes están tan bien construidos que acabas empatizando con todos ellos. Es una novela negra de las de verdad, dura y sucia y cuyo objeto es llevar a cabo una crítica social, pero lo que más me ha gustado es la pragmática del autor, pues no ha habido capítulo con el que no me haya reído. La novela está repleta de chistes e ironías que ayudan a sobrellevar el drama de esas vidas que no son sino el espejo de nuestra sociedad.

Os dejo aquí el enlace a la entrevista que le hizo Paco Atero durante el evento. Disfrutadlo.

Roser Ribas, 2019.







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