De qué hablamos cuando hablamos de amor


Raymond Carver
Fotografía: Atlas Cultural

Si quieres aprender a escribir, si rechazas la literatura cargada de descripciones cuya única función es añadir paja a la historia, o si quieres leer sobre la vida sin verdades a medias, tu escritor es Raymond Carver.

Hoy os recomiendo una recopilación de relatos del autor titulada De qué hablamos cuando hablamos de amor.

Los deslumbrados lectores de Catedral, primer libro publicado en España de Carver, reencontrarán en De qué hablamos cuando hablamos de amor la atmósfera y los personajes de un autor que dominó indiscutiblemente el panorama literario norteamericano de los años ochenta.
Parejas que se despedazan, compañeros que parten desesperadamente a la aventura, hijos que intentan comunicarse con sus padres, un universo injusto, violento, tenso, a veces irrisorio... En palabras de Roberto Fernández Sastre, Carver «no designa lo intolerable, sino que lo nombra. Sin concesiones hacia nada ni hacia nadie, rescata lo real en su esencialidad amorfa y brutal».

Carver no describe, no interpreta, no se anda por las ramas, sino que expone lo que hay, lo que sucede, sin llevar a cabo las tan extendidas críticas personales en relación con la moral, lo que está bien o lo que está mal. En cuanto a la norma "no lo digas, muéstralo", Carver es un experto. 

Conocí a Carver por Catedral, quedándome con ganas de mucho más. Carver te muestra la vida tal y como se presenta, pero es capaz de hacerlo sin poner de su parte, estableciendo la distancia suficiente para actuar como un mero observador de los acontecimientos. En los relatos de Carver no hay víctimas y verdugos, ni finales cerrados; tú lees e interpretas, sin que el personaje principal de la obra intervenga en ello.

En mi opinión, lo que hace Carver no es nada habitual. Sí puedes toparte con escritores que describan hasta el alféizar de una ventana, o autores que por el contrario, se sirvan únicamente de diálogos, reduciendo al mínimo las acotaciones. Pero Carver no hace ni lo primero ni lo segundo.

Tratándose de una interpretación personal, cabe decir que el tema principal de todas las historias que se incluyen en esta obra no es el amor, sino de qué hablamos cuando en las relaciones hay o ha habido dicho sentimiento de por medio; de qué estamos hablando en realidad, que no es amor sino todo lo que el ser humano es capaz de estropear siendo tan consciente del yo.

Algunas historias me han gustado más que otras, pero la obra, en su conjunto, es magnífica. Se puede leer a toda velocidad, sin cansarse, aunque sea necesario detenerse de vez en cuando para reflexionar. 

Roser Ribas, 2019.


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