La carretera


Cormac McCarthy
Fotografía: Kurt Markus

Cormac McCarthy se declara pesimista, pero no un infeliz. Ganó el Pulitzer por La carretera, una novela corta que como muchas de sus otras obras, se adaptó al cine. El pesimismo de McCarthy se refleja en esta apocalíptica historia. Sirviéndose de un estilo narrativo poco convencional, el autor expone un relato cuyo tema principal es la supervivencia.


No hay capítulos ni un solo guion para los diálogos. Es una obra destinada a leer durante una tarde de tormenta, abandonando todo quehacer para acompañar a un padre desesperado que quiere proteger a su hijo. La desolación se palpa. El frío y el hambre acechan, y los hombres malos no se han extinguido. También quedan buenos, los que llevan el fuego dentro. Padre e hijo avanzan en dirección al sur, sin apartarse mucho de la carretera, buscando entre las cenizas la poca comida que queda. Todavía hay esperanza.

El autor no expone en ningún momento el motivo de la catástrofe, siendo una decisión acertada, pues creo que el objetivo de la obra no es establecer un mundo apocalíptico como distopía. En este sentido, podría estar contándote el presente sirviéndose de una metáfora. Quizá te esté preguntando qué sentido tiene esto y por qué te empeñas tanto en sobrevivir cada día. En mi opinión, no es tan pesimista sino realista: partiendo de la nada, unos deciden seguir adelante y hacer el bien mientras puedan. Por supuesto, no hay que olvidar que existe una sólida relación paternofilial.

El film es un ejercicio cinematográfico ejemplar. Respetando la esencia de la historia, traduce el texto mediante imágenes que completan lo que tu mente había imaginado. Si al finalizar la lectura ves la película, las piezas que andaban presentes y un tanto sueltas, se enlazan sujetándose como invencibles pilares y reafirman la respuesta. Y lloras.

Fotograma del film protagonizado por Viggo Mortensen

McCarthy utiliza muchos simbolismos para plasmar el mensaje, pero en ningún momento deja de ser objetivo o imparcial. Los personajes se van definiendo conforme avanzan, y de poco sirven las palabras. Lo mismo sucede en la película.

La novela tiene unas doscientas páginas, y no necesita más. Parte de un solo tema y lo desarrolla, sin complicarse mucho. La importancia no recae en un meteorito que ha impactado o un sol que abrasa la tierra, sino en las personas que avanzan y luchan a pesar de estar acorraladas por una nada inmensa. ¿Te suena?

Roser Ribas, 2019.

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