Buda


Ramiro Calle

Ramiro Calle es pionero del yoga en España. Dirige Shadak, un centro de yoga y orientalismo por el que han pasado más de medio millón de alumnos. Ha viajado en innumerables ocasiones a Asia, y ha seguido las huellas de Buda en la India. Es un experto en meditación budista y ha indagado incansablemente en la vida y enseñanzas de Buda.

El camino de la sabiduría plena, que no intelectual, es infinito; la ignorancia es nuestra mayor enemiga y el sustento de nuestro sufrimiento. Yo he intentado librarme de él, pero todavía no lo he conseguido. Como muchos, mantengo mi ignorancia relativa al apego, al deseo, a la avidez y al olvido del momento. Me queda mucho por aprender de los maestros y de los grandes maestros. Por suerte, sí he tenido la oportunidad de asistir a las clases de Ramiro, quien muestra con una bondad tangible el camino del Bienaventurado. Os recomiendo que, haciendo caso omiso a la estrechez de la mente, y sean cuales sean vuestras creencias y prejuicios, os leáis este libro titulado Buda, el príncipe de la luz

Siddharta nació hace dos mil quinientos años en la India. Ramiro nos resume su historia a través de la literatura y el buen hacer de las palabras, como si de un cuento para niños se tratara, en el mejor de los sentidos. Cómo, este príncipe de la India, provisto de los más exuberantes lujos, abandonó las comodidades del palacio para alcanzar el Nirvana, estudiando profusamente la causa del sufrimiento humano. Para los más precavidos, debo hacer aquí un inciso, decirles que las técnicas budistas milenarias son utilizadas hoy en día por los profesionales de la psicología.

¿Cuál es la causa del sufrimiento?  El deseo. El apego. Nos aferramos al placer, intentamos prolongar la felicidad cuando todo es efímero. Añadimos sufrimiento al sufrimiento, no disfrutamos del momento, creemos en nuestro ego y, por si fuera poco, alimentamos el karma castigando a quien tenemos cerca. La enseñanza de Siddharta no es una religión, sino una forma de vida difícil pero no imposible de alcanzar. Es necesario meditar, entrenar la mente y desechar toda negatividad. 

Cuando aprendemos y entendemos que todo transita, que nada es permanente, que nuestro Yo no es más que el fruto de nuestra imaginación; cuando unimos fuerzas para hacer el bien y aceptar el mal, empezamos a descubrir la verdadera felicidad.

Ramiro Calle traslada la vida de Siddharta a la literatura y, además, concluye su obra con un ensayo que resume la intención del Bienaventurado. Os invito a disfrutar de esta paz espiritual, que no os aferréis a lo mutable, que andéis tranquilos, sin miedo a la enfermedad, a la vejez o a la muerte. Sin miedo a vivir. Sin más.

Roser Ribas, 2019

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