Cosas que te pasan en Barcelona cuando tienes 30 años
Llucia Ramis
Fotografía: New Barcelona Post
Si has sido y sigues siendo inquieto e hiperactivo, cumplir los treinta deprime. Rodeado de empleos estables, bodas, nacimientos felices y planes en centros comerciales, todavía conservas ese pelaje oscuro que te aparta del rebaño y te oprime. Cosas que te pasan en Barcelona cuando tienes 30 años, de Llucia Ramis, establece el arco de transformación de una protagonista que se niega a traspasar esa línea.
Una joven periodista mallorquina que trabaja
para un diario en Barcelona, acaba de cumplir treinta años. Blai, que
pinta retratos envejecidos de sus amigos, es incapaz de pintarla y ella
se siente una musa en excedencia, «una idea para un cuadro que no acaba
de definirse en un cuadro. Porque quizá se le ha pasado el momento. O no
le ha llegado aún. Si es que tiene que llegarle».
Su vida, aparentemente estable, empieza a tambalearse cuando descubre
que le van a subir el alquiler y a que dentro de seis meses perderá su
trabajo. Mientras tanto, sus amigos comienzan a emparejarse, a
hipotecarse y a plantearse tener hijos, ella descubre por casualidad una
carta que un inglés escribe a una chica de Barcelona en la que le pide
matrimonio y duda en si hacérsela llegar o no.
Llucia Ramis es una maravilla. Sin perder una estructura férrea, sirviéndose de un diseño de personajes fiel, elabora y plasma ese punto de inflexión vinculado a la mujer independiente de la sociedad posmoderna, aquella que carga con el peso de la contradicción, que camina y avanza en la selva de la incongruencia, que se niega ceder ante los principios de la hipocresía. La protagonista de esta obra nos muestra un camino de aprendizaje difícil, un viaje que, aun siendo turbulento y solitario, es necesario e inevitable; la respuesta a quién soy que pocos descubren antes de desintegrarse.
El personaje de Llucia se encuentra alejado de sus raíces, dando la espalda a lo que le han enseñado, añorando la casa en la que ha crecido. La protagonista de esta obra no pretende mucho, solo quiere conocerse a sí misma y descubrir el lugar que le pertence. Si lo consigue o no es la respuesta inevitable vinculada a la madurez.
No es necesario que estés a punto de cumplir los treinta para que este libro te guste. Si ya hace más de veinte años que los cumpliste, disfrutarás de la misma manera, o incluso más, porque observarás los hechos desde una distancia ya sabia, con ternura.
No es necesario que estés a punto de cumplir los treinta para que este libro te guste. Si ya hace más de veinte años que los cumpliste, disfrutarás de la misma manera, o incluso más, porque observarás los hechos desde una distancia ya sabia, con ternura.
Roser Ribas, 2019.
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