La ridícula idea de no volver a verte


Rosa Montero
Fotografía: Asís G. Ayerbe

Mi recomendación de hoy es La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero, quien obtuvo el Premio Nacional de las Letras en 2017. Esta es la primera obra que leo de la autora y os puedo asegurar que no será la última. Su escritura es amena, cercana y, sobre todo, humana. Creo, sin duda, que Rosa Montero escribe desde el corazón, se atreve a explotar sus sentimientos para plasmarlos en sus obras, ya sea de forma directa o recreando su base.
No hay mejor forma de definir su estilo literario como lo hacen Taisia Kitaiskaia y Katy Horan en el prefacio de su libro Literary Witches:
Tanto las brujas como las mujeres escritoras habitan en la creatividad, el misterio y otros mundos. No temen estar solas en los bosques de su imaginación. No temen a la oscuridad. 
En La ridícula idea de no volver a verte, la escritora nos adentra en la vida de Marie Curie para mostrarnos, a través de ella, el verdadero significado vital de la genialidad, la valentía, la fortaleza, la inteligencia, la lucha, la constancia y la autoestima, aun siendo la pérdida el tema central de la obra. Marie Curie tuvo que afrontar el fallecimiento de su esposo, quien murió a una edad temprana atropellado por un coche de caballos, tres años después de recibir el Premio Nobel junto a su amada. Ambos habían realizado las investigaciones sobre la radioactividad en un laboratorio precario, sin recursos, en un entorno frío, pasando hambre y calamidades. Su pasión, tanto en el terreno del amor como en el ámbito científico, les permitió abordar la vida con una admirable entereza. 
Lo que permitió a Marie Curie cargar con la pena a cuestas hasta el fin de sus días fue su excelente capacidad de superación. Marie amaba la vida a pesar de todo y si se reencarnara en alguien en la vida actual, no podría entender esa patética costumbre que nos define, aquella que nos empuja al abismo por cualquier memez. Curie aprendió a convivir con la inutilidad del sufrimiento y con esa ridícula idea de no volver a ver a Pierre. Ante un semblante áspero como el que tenía, podríamos pensar que era una mujer fría carente de sensibilidad, a la que lo único que le importaba era ser la mejor en su ámbito, pero si leemos tan solo unas líneas de su diario personal, nos daremos cuenta de que era tan emocional como inteligente. O quizá más:
Pierre mío, la vida es atroz sin ti, es una angustia sin nombre, un desamparo sin fondo, una desolación sin límites.
Con mi hermana quemamos tu ropa del día de la desgracia. En un fuego enorme arrojo los jirones de tela recortados con los grumos de sangre y los restos de sesos. Horror y desdicha, beso lo que queda de ti a pesar de todo.  
Me quedo helada al leer esos párrafos. ¿No os parece lo más hermoso y triste que habéis leído en vuestra vida?

Rosa Montero extrae del diario de Marie Curie todo aquello que la definía, lo analiza y lo compara, muy a menudo, con la muerte de su marido. Reflexiona sobre la muerte, sobre la pérdida de un ser querido y, quizá, sobre la desgracia y la virtud de un ser excepcional. La escritora equilibra a la perfección una historia íntima con la que aprendes, poco a poco, a través de un bonito ejemplo, en el que se destacan tanto las hazañas científicas como las vitales de una mujer dura de pelar. De una mujer como Marie Curie, quien tuvo grandes dificultades desde la infancia y atravesó todos y cada uno de los baches con la cabeza bien alta. 

Roser Ribas, 2018.

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